La corriente positiva de propiciar el empleo de la metodología BIM en las Administraciones Públicas, lleva a realizar implantaciones en unidades administrativas de distintos tamaños, en los que este es determinante a la hora de afrontar los trabajos.
1.1. Pequeña Administración contratante
Mi experiencia con lo que he llamado “Pequeña Administración contratante” se refiere a una unidad administrativa que:
- Gestiona 1 ó 2 proyectos al año
- Incluye la redacción de proyecto, ejecución de obra y paso a mantenimiento.
- Con importes de las obras menores de 1 M€
- Plazos de redacción del proyecto alrededor de 3 meses
- Plazos de ejecución de las obras de 6 a 9 meses
- Proveedores, proyectistas y empresas constructoras, con bajo o nulo nivel de madurez BIM, algunos manejan Revit, pero sus procesos siguen en autocad.
- Limitaciones presupuestarias para la contratación de colaboraciones externas
Este es un resumen de la primera fase, la de Evaluación de la organización, para la implantación BIM.
La siguiente fase, la de Estrategia, debe ser siempre específica para la organización y basada en la evaluación hecha. Y es evidente que, en pequeñas organizaciones contratantes, va a ser bastante diferente de los planteamientos que se hacen en los Masters y ponencias sobre implantaciones BIM casi siempre en grandes organizaciones.
Podría tenerse la tentación de decir “que BIM no es de aplicación a proyectos pequeños” que es la primera de manifestación de “rechazo al cambio” que se da al comenzar una implementación.
No se debe admitir que BIM solo sea aplicable a grandes proyectos, y así lo recoge la Norma UNE-EN-ISO 19650, que nos indica que esta es aplicable “ a activos construidos y a proyectos de construcción de cualquier tamaño y nivel de complejidad” y añade que la aplicación “debería ser proporcional y adaptada a la escala y complejidad del activo o proyecto”.
Aunque se refiere al “activo o proyecto” y no a la organización que lo gestiona, a mi entender se mantiene la idea de aplicación de la norma, y la viabilidad de implementar BIM.
1.2. Condicionantes
El relativo corto plazo de redacción del proyecto de 3 meses, junto a la falta de madurez BIM de los habituales estudios de proyectistas, desaconseja exigir requisitos BIM estrictos durante la ejecución de esta fase.
La Administración gestiona todo el ciclo de vida del activo, y está interesada especialmente en entregar la información adecuada a la fase de mantenimiento desde la fase de obra.
El número de proyectos que realiza es muy pequeño, teniendo que utilizar el proyecto en marcha como proyecto piloto, con el fin de no dilatar los plazos.
La oferta de estudios de proyectos y empresas constructoras que utilizan BIM es muy escaso o nulo, por lo que exigir BIM en la contratación podría llevar a descartar gran número de licitadores e incluso a no recibir ofertas.
1.3. Estrategia de implantación
BIM no es solo modelos 3D, sino modelos de información, según lo recoge la ISO 19650.
Es posible priorizar información frente a modelos 3D digitales.
Y así, tal y como recoge la norma, esta se puede aplicar en la denominada “Etapa 1” de madurez, en la cual la información está formada por datos estructurados y no estructurados, y no se utiliza la información de Modelos de información federados.
El nivel de madurez de la Etapa 1 es el normal de cualquier estudio de proyectos. El trabajar en un Entorno Común de Datos es accesible desde el comienzo del proyecto sin un cambio sustancial que afecte a sus flujos de trabajo.
El plazo de 3 meses, puede ser suficiente como para que el equipo adquiera cierta madurez que permita exigir que la entrega del proyecto se haga con un modelo de información federado.
Es decir la redacción del proyecto se realiza con una madurez de Etapa 1 y la entrega se exige se haga en Etapa 2.
Normalmente se hace la contratación de la redacción del proyecto y la dirección facultativa durante la ejecución de la obra al mismo equipo técnico.
Exigir la entrega del proyecto modelado, puede llevar a que el estudio adjudicatario del proyecto, subcontrate el modelizado del proyecto a un equipo de modelado externo, lo que no es muy correcto aparentemente.
El equipo proyectista no habrá podido beneficiarse de los Usos BIM durante la redacción del mismo, y tendrá que pagar un sobrecoste respecto a su forma habitual de trabajar.
Sin embargo desde el punto de vista de la Administración, va a disponer de un modelo de información digital en la fase de construcción que, dándole continuidad, la entregará a la fase de mantenimiento.
La continuidad del mismo equipo redactor como dirección facultativa dará continuidad al modelo, y debería obligar a este equipo a introducir la metodología BIM en sus procesos de Dirección Facultativa de Obra, con los usos de seguimiento de obra, certificaciones, etc.
1.4. Conclusiones
El proceso de implantación BIM debe comenzar siempre con una Evaluación minuciosa de la organización en la que se va a implantar.
En el caso de Administraciones contratantes debe considerarse la madurez BIM de los proveedores habituales, de forma que aquellos que estén dispuestos a implantar BIM lo puedan hacer en paralelo a las exigencias de la Administración contratante.
Los procesos de implantación BIM deben diseñarse específicamente para cada organización teniendo en cuenta sus necesidades reales y sus recursos.
La implantación de BIM en estas pequeñas Administraciones contratantes, beneficia a la larga a los proyectistas y empresas constructoras proveedoras, ya que les obligará a incorporar BIM en la gestión de sus proyectos. El no hacerlo llevará a la aparición de nichos de proyectos sin exigencias BIM , frente al avance de la exigencia BIM en el resto del sector, aumentando la brecha tecnológica entre unas empresas y otras, y que acabará siendo perjudicial sin duda para las empresas que no implanten BIM.
Es posible iniciarse en la gestión de la información aplicando la norma UNE-EN-ISO 19650 en la “Etapa 1” de madurez BIM, gestionando los datos estructurados y no estructurados en un entorno común de datos (CDE), sin introducir cambios significativos en la forma habitual de trabajar de los estudios de proyectos y empresas de construcción.
Enhorabuena por el post.
Efectivamente, creo es muy recomendable comenzar con el nivel de madurez 1. No parece que tenga mucho sentido introducir el modelado 3D cuando no se gestiona adecuadamente la información con un CDE. Planificar la información, asignar codificaciones, crear flujos de trabajo, etc debiera ser obligatorio antes de entrar en mayores complejidades.