Ya estamos en 2018. En este año, nos han venido diciendo se va a introducir la gestión BIM en las licitaciones públicas de edificación, y el próximo 2019 en las licitaciones públicas de obra civil.
El nivel de implantación de BIM en España está por debajo del de otros países europeos, La Comisión BIM compuesta por diferentes agentes y organizaciones pertenecientes tanto al sector público como privado, trabaja para impulsar la implantación del BIM en España, siendo una referencia nacional en esta cuestión.
Las ideas aquí recogidas surgen de la información disponible en su página www.esbim.es.
El circulo vicioso
Cuando preguntas en el sector, tanto Administración, proyectistas o constructoras, si están haciendo algo de BIM, las respuestas son variables, pero todas tienen un origen común: el circulo vicioso
Desde el lado de los proveedores. Como “No me lo piden” no me preocupo y resulta que “No hay demanda”. Desde el lado de los compradores, como “Como el se enctor no está maduro” no se pide porque “No hay oferta”.
Entiendo que uno de los objetivos de la Comisión BIM es romper este círculo vicioso, y en su primer informe del Observatorio de Licitaciones, ya se puede comprobar que han empezado a licitarse contratos en los que se contempla la aplicación del BIM. Lo que indica que de alguna forma que se ha empezado a romper el círculo vicioso.
Las Administraciones impulsoras del BIM
BIM es una metodología que se apoya en programas informáticos, modelar no es BIM, pero el BIM no es posible sin modelo.
Los proyectistas cuando consigan diseñar todo en BIM posiblemente obtengan beneficios respecto a la metodología actual pero, mientras hacen la transición, en el mejor de los casos, les va a suponer un incremento de costes al convivir Autocad y BIM, y dada la situación de crisis de la que venimos, no todos están en condiciones de afrontar estos riesgos de sobrecostes.
En las empresas constructoras, creo que la implantación del BIM va afectar claramente a la forma de gestionar la información en obra. Y sin entrar en más detalles, esta gestión en principio está directamente ligada a los niveles de detalle de los modelos (LOD).
Van a realizar ofertas con modelos con un nivel de detalle (LOD 300 -350), van a tener que ejecutar la obra con modelos LOD-400 y colaborarán a entregar el modelo de la obra acabada con nivel de detalle LOD 500. La pregunta inmediata que surge en la empresa constructora es: ¿Qué es eso del LOD? Y es que como “No me lo piden”, muy pocas empresas se han preocupado por conocerlo.
Quedan las Administraciones tanto Públicas como Privadas, porque en la cadena de proyectos de construcción ocupan dos posiciones importantes:
- Administración contratante, es quien invierte el dinero y tiene que ser muy cuidadoso en su gestión. Si la aplicación de la metodología BIM puede ayudar a disminuir costos, parece que deberían promover su implantación.
- Administración explotadora y mantenedora de un activo. Y es que en muchos casos la Administración recibe un activo que debe explotarlo y mantenerlo, durante su vida útil, y la aplicación de BIM se hace en todo el ciclo de vida del activo, facilitando y optimizando el uso y mantenimiento en un periodo mucho más largo que el tiempo de construcción, y donde el volumen de recursos comprometidos es mucho mayor.
Por otro lado en un tiempo en el que tanto se habla de Industria 4.0 y de la informatización de la sociedad, la construcción no puede quedar al margen de esta evolución, cuando además es uno de los sectores menos informatizados.
Por eso, creo que las Administraciones deben participar a impulsar la implantación de la metodología BIM.
Las Administraciones rompiendo el círculo vicioso
La nueva Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público, recoge la posibilidad de los órganos de contratación de “exigir herramientas como el BIM en sus contratos públicos”. Y la principal dificultad que hay actualmente es cómo introducir los requisitos BIM en los Pliegos, manteniendo todas las condiciones de la Ley.
Este es uno de los aspectos en los que está trabajando la Comisión BIM, está bastante avanzada la elaboración de la “GUÍA PARA APOYO A LA LICITACIÓN” que busca “Facilitar la inclusión de requisitos BIM en licitaciones públicas”, con el objetivo de ir introduciéndolos progresivamente, y aplicación a corto plazo en el presente año 2018.
La Comisión BIM está impulsada desde la Administración Central, y también están presentes entidades de Administraciones Autonómicas. En el informe “Observatorio de Licitaciones” destaca que el mayor número de licitaciones con requisitos BIM han sido en Administraciones autonómicas. Podemos pensar que la Administración está haciendo su esfuerzo por romper el círculo vicioso.
Entonces ¿Se va a pedir?
La información disponible sobre la Guía plantea una implantación progresiva: por un lado en la consideración en los Pliegos y por otro en el alcance de la metodología BIM referida a los objetivos y usos BIM a conseguir.
Inicialmente se plantea que los Pliegos contemplen los compromisos de aplicación de BIM como una Mejora valorable en la puntuación de la oferta.
En una segunda fase, con el mercado más maduro, el empleo de BIM se evaluará mediante fórmula junto a los otros requisitos técnicos que se valoran actualmente.
Y en la tercera fase, donde la aplicación de BIM ya estuviera implantada, la exigencia BIM se recogería como requisito en el apartado de Solvencia técnica del Pliego de licitación.
Solo hay propuesta de fechas para la primera fase y que se desarrollaría a lo largo de 2018, comenzando en enero de 2019 con la segunda fase. Entiendo que no son fechas oficiales ni firmes, y sí , son objetivos a alcanzar.
Pero ¿va haber oferta?
Este es otra de las ramas de del círculo. Si no hay oferta, no podrán exigirlo, no, pero lo propuesto inicialmente es encontrar la forma de valorarlo como Mejora en los Pliegos.
Es decir podrá obtener mayor valoración quien oferte el compromiso de emplear BIM frente a quien no lo haga. Mayor valoración técnica puede permitir ofertas económicas menos agresivas.
Las empresas españolas son líderes mundiales en el sector de la construcción, y muchas empresas y técnicos españoles están utilizando BIM en países con mayor nivel de implantación, por lo que suponer que las Administraciones no van a encontrar respuesta a sus solicitaciones de utilización BIM es un supuesto estratégico, a mi juicio, arriesgado.
Por otro lado BIM, no es solo modelar, es una metodología que afecta al modo de gestionar todo el ciclo de vida de la construcción. Su aplicación tiene una gran número de objetivos a alcanzar y gran cantidad de usos derivados de la aplicación.
La Guía propone también que la introducción de Objetivos y Usos BIM será progresiva, y por tanto la exigencia e implantación de esta metodología.
2018 año implantación BIM
Parecía que estaba lejos y ya estamos en 2018. La metodología BIM viene para quedarse va a suponer un cambio importante en el mundo de la construcción y el plazo de implantación será más o menos largo, pero seguro.
Cualquier Administración o empresa relacionada con el sector que tenga visión de futuro, tiene que asumir que pronto o tarde tendrá que utilizar esta metodología. Y cada una dentro de sus posibilidades, debería empezar a interesarse en su implantación con visión estratégica, de forma que lo pueda hacer de una forma controlada, y no apresuradamente cuando el uso de BIM le suponga el riego de no poder acceder a su mercado.
La necesidad de un diagnostico interno y el informe de posibilidades de implantación BIM ajustada a las necesidades de cada empresa, es un buen comienzo del Proyecto de implantación, que puede ser hecho con la colaboración de consultores especializados en metodología BIM.